La nueva película de David O. Russell, denominada Joy, tiene como protagonista a Jennifer Lawrence, nominada a mejor actriz en los #Oscars2016. Este film de género dramático, intercalado con varios momentos cómicos, cuenta la historia de una joven visionaria que inventa objetos. No obstante, diferentes eventos de su vida como su trabajo en una aerolínea, el quiebre de su matrimonio y el cuidado de su familia la alejan de esta pasión creativa. Aun así, no se deja vencer y se esfuerza en vender uno de sus inventos. De esta manera, comienza el viaje de Joy para cumplir su sueño.

David O. Russell es un director que descubrí con El lado luminoso de la vida y Escándalo Americano. Estas producciones me parecieron interesantes, atrapantes y originales. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con Joy. Su estilo en el manejo de la cámara no le favoreció como otras veces y da la impresión de que la película está inacabada. Asimismo, el relato contiene reiterados flashbacks y momentos oníricos que, aunque más tarde se comprende lo que son, resultan un poco confusos e indefinidos. Además, este director es fanático de las discusiones familiares, escenas que por repetición terminan siendo un tanto tediosas.

Rusell también se repite en la elección de elenco. Aquí trabaja nuevamente con Jennifer Lawrence, Bradley Cooper y Robert De Niro (el mismo reparto de El lado luminoso de la vida). Uno de los motivos por los cuales reitera esta fórmula es la excelente relación laboral entre los actores y con el realizador. Sin embargo, hay que considerar que el primer objetivo es la recaudación ya que son figuras que atraen a los espectadores. Por otro lado, Jennifer Lawrence continúa demostrando su talento si bien su presencia no es suficiente para llevar adelante el relato y hacer pasar por alto las fallas de la película.

A modo de preparación para los premios Oscars, miro la mayor cantidad de películas nominadas. En este caso, elegí Joy con pocas expectativas porque suponía que la insistencia en estilo y elenco no iban a ser favorables (aunque deseaba profundamente que fuera tan buena como sus trabajos anteriores). El intento de consagración de Rusell en el cine de autor lamentablemente no le funciona. En definitiva, se entiende desde esto por qué la película no está nominada para las categorías de mejor director y mejor película en los premios de la Academia.

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